Consejos prácticos para maestros: cómo acompañar a niños neurodivergentes en el aula. (Dr. Álvaro Albornoz)


 

En cada aula hay mentes diversas que aprenden, sienten y se comunican de maneras únicas. Entre ellas, se encuentran los niños neurodivergentes: aquellos con TDAH, autismo, dislexia, altas capacidades u otras formas distintas de procesar el mundo. Lejos de ser un desafío, su presencia puede ser una fuente profunda de crecimiento para todos, si se les acompaña con empatía, conocimiento y estrategias adecuadas.

A continuación, comparto algunos consejos prácticos para docentes que quieren construir aulas más inclusivas:

  1. Infórmate sin prejuicios
    Cada condición neurodivergente tiene características distintas, pero cada niño es único. Leer sobre el TDAH o el espectro autista no sustituye conocer a tu estudiante. Escucha a la familia, dialoga con especialistas, y sobre todo, observa con atención y sin etiquetas.

  2. Adapta, no excluyas
    Ajustar no es hacer favores: es ejercer el derecho a una educación equitativa. Permite pausas activas, ofrece instrucciones escritas y verbales, reduce estímulos visuales si es necesario, y da más tiempo en evaluaciones. Estas adaptaciones no “bajan el nivel”, lo hacen accesible.

  3. Establece rutinas claras
    Los niños neurodivergentes suelen beneficiarse de entornos estructurados. Comenzar el día con una rutina predecible, usar horarios visuales y anticipar cambios ayuda a disminuir ansiedad y mejora la disposición al aprendizaje.

  4. Cultiva la relación, no solo la instrucción
    Un niño que se siente comprendido y valorado aprende mejor. Mira más allá de la conducta: muchas veces, detrás de una “interrupción” hay una necesidad no atendida. Un vínculo positivo puede marcar la diferencia.

  5. Dale valor a sus fortalezas
    Muchos niños neurodivergentes tienen talentos notables: una gran memoria, creatividad fuera de lo común, pensamiento lógico brillante, sensibilidad especial. Haz espacio para que brillen y contribuyan desde su potencial.

  6. Cuida tu propia salud mental
    Acompañar niños diversos requiere paciencia, formación y contención. No estás solo. Busca apoyo en colegas, capacítate y reconoce tus propios límites. Un maestro que se cuida, cuida mejor.

La escuela puede ser un lugar donde cada niño se sienta visto, comprendido y celebrado. Acompañar a un estudiante neurodivergente no significa tener todas las respuestas, sino estar dispuesto a hacer el camino juntos, con respeto y amor.

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